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Seguro que a ti también te pasa: cuando nos dicen que no podemos hacer algo, nos dan más ganas de hacerlo o a la inversa. Y es que el viejo truco para “engañar” a los niños y que al final hagan lo que nosotros queremos también sirve para la publicidad, pero…¿cómo?

Lo primero que debes saber es que la psicología inversa se basa en la teoría de la reactancia, una respuesta emocional que tenemos los humanos contraria a las normas sociales impuestas, prefiriendo hacer lo contrario y “romper” con las normas.

¿Cómo puede ayudarte la psicología inversa a vender más?

Generando expectativa, llamando la curiosidad y la atención del cliente potencial, persuadiéndolo a que rompa esas reglas.

Ya que desafías a tu público a realizar una acción contraria a la que de verdad buscas, consigues captar su atención que es justamente lo que quieres.

Tanto en marketing como en la publicidad es más efectivo desafiar al público que simplemente pedirles que lo hagan, por eso esta técnica de persuasión funciona tan bien.

Sin duda se trata de un buen recurso, pero también es arriesgado si no tienes claros tus objetivos y una estrategia bien definida.

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